En la vida se tiene razón o resultado, en la guerra se tiene razón o victoria. En la vida se pelea para conservar los resultados; en la guerra,
si no tienes resultados pierdes la vida.
¿Son lo mismo la guerra y la vida? Muchas personas dicen que la vida es una lucha. Y de manera inteligente aprenden
a pelear, otros toman conciencia de que si no tienes vida para disfrutar los resultados, la lucha fue esteril. Si pensamos que la guerra es una cuestión de lucha, y que la vida es una pelea por ganar, tenemos dos opciones:
o aprendemos a ganar, o dejamos de luchar. Entonces podremos: o bien usar la guerra como herramienta para resolver las cosas en la vida, estudiándola bien para evitar perder; o bien aprendemos a vivir sin guerra, y
dejar de ver la vida como a un campo de batalla. Si la humanidad vemos a la guerra como algo que nos pasó en la vida, podremos también entender la vida como el resultado de una guerra que hemos ganado. Si los
artistas marciales vemos a la vida como una guerra, seremos inteligentes guerreros; si somos capaces de ver la vida después de la guerra, habremos tomado conciencia de lo marcial de la guerra y de la vida.
(ver nota completa en «La autopista del arte marcial»)
(ver nota completa en «La autopista del arte marcial»)